Jesús ha juzgado en términos
muy claros a la Jerarquía Eclesiástica (1)
La importante distinción entre Fe Católica y Jerarquía de la Iglesia
Católica
PROPÓSITO
El propósito de este documento es ayudar a los fieles a discernir la
diferencia entre:
(a) la pura y cristalina Fe
Católica (2) y
(b) la Iglesia Católica
(3)
La Iglesia Católica no es lo mismo que la Fe Católica. La
Iglesia Católica, en el sentido incorrecto en que se aplica hoy el
término, es simplemente la Jerarquía Eclesiástica del Patriarcado de
Roma, lugar donde se estableció la Sede de Pedro (4).
[El Patriarcado de Roma es uno de los cinco patriarcados de la
antigua Iglesia Cristiana. Los otros patriarcados —tal como se
definieron en el Concilio de Calcedonia en 451— son Constantinopla,
Alejandría, Antioquía y Jerusalén.]
Para quienes se encuentren entre los
Elegidos, el estar engañados creyendo que Jerarquía de la Iglesia y Fe
son una misma cosa, sin ser capaces de ver y entender la diferencia,
significará un grandísimo sufrimiento. Este error requerirá una
dolorosa acción de Dios para ayudarles a abrir los ojos a la Verdad. (5)
INTRODUCCIÓN
Jesús, claramente, nos enseñó que no debemos juzgar, y así no seremos
juzgados [Lucas 6:37]. Cuando dijo esto se
refería juzgar al alma; eso es algo reservado solamente a Dios. Sin
embargo, es recomendable para sus hijos el juzgar las acciones [Mateo
18:15-17], usando Su Palabra como vara de medir. Si
no juzgásemos las acciones y el comportamiento —basándonos en Su Ley y
Sus Enseñanzas— ¿cómo podríamos evitar lo que es malo y buscar lo que
es bueno?
Así, por ejemplo, podríamos haber juzgado que María Magdalena —por su
estilo de vida— era una prostituta y una adúltera. Lo que no debíamos
juzgar es el estado y destino finales de su alma ni la reparación que
le era debida a Dios por sus pecados.
En esto reside la diferencia entre los dos tipos de juicio.
En el caso que vamos a tratar aquí demostraremos, con las Sagradas
Escrituras en la mano, que Jesús ya juzgó y condenó, sin ningún
género de duda, las mismas acciones de la Jerarquía Eclesiástica
que hoy abierta y definitivamente condenamos en Su Nombre.
DETALLES
PARTE 1
Antes de entrar en detalles, glorifiquemos a Dios por todo lo que nos
ha enseñado a través de Su Palabra —Jesucristo— porque Él es la Luz del
mundo; una Luz sin la cual tropezaríamos y caeríamos sin remedio.
¿Acaso no prometió Él que “lo que hayáis dicho en las tinieblas,
será oído en plena luz; y lo que hayáis dicho al oído en los sótanos,
será pregonado sobre los techos” ? [Lucas 12:3]
Pero no nos adelantemos...
Durante mucho tiempo, la Vulgata ha sido la única versión
de la Biblia que la Iglesia Católica Romana aceptaba como auténtica
y oficial. Y, todavía hoy, una nueva versión salida de ella, la
Neovulgata, es la referencia máxima oficial para los textos
litúrgicos. (6)
El Papa Dámaso reunió la primera lista de libros de la Biblia en el
Concilio de Roma de 382. Encargó a San Jerónimo que tradujese al Latín
los textos que había en Griego y en Hebreo, y su traducción acabó
conociéndose como la Vulgata – de la cual la Iglesia declaró en
1546 que era la única versión auténtica y oficial. (7)
Hemos buscado una traducción conocida de la Vulgata al
Castellano, y la encontramos en la Biblia de Petisco y Torres Amat
(8). Fue publicada por primera vez en 1823,
siendo fruto del trabajo de los sacerdotes José Miguel Petisco y Félix
Torres Amat. Es una traducción directa de la Vulgata de San
Jerónimo, igual que sucede en Inglés con la Biblia Douay-Rheims. (9)
En el Capítulo 9 de Lucas en la versión de Petisco y Torres Amat de la
Santa Biblia leemos:
49 ... Maestro, hemos visto a uno
lanzar los demonios en tu nombre, pero se lo hemos vedado, porque no
anda con nosotros en tu seguimiento. 50 Díjole Jesús: No se lo
prohibáis, porque quien no está contra vosotros, por vosotros está.
51 Y cuando estaba para cumplirse el tiempo en que Jesús había de
salir del mundo, se puso en camino, mostrando un semblante decidido
para ir a Jerusalén a consumar su sacrificio. 52 Y despachó a algunos
delante de Sí para anunciar su venida: los cuales, habiendo partido,
entraron en una ciudad de samaritanos a prepararle hospedaje. 53 Mas no
quisieron recibirle, porque daba a conocer que iba a Jerusalén. 54
Viendo esto sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: ¿Quieres que
mandemos que llueva fuego del cielo y los devore? 55 Pero Jesús, vuelto
a ellos, los reprendió diciendo: No sabéis a qué espíritu pertenecéis.
56 El Hijo del hombre no ha venido para perder a los hombres, sino
para salvarlos. Y con esto se fueron a otra aldea.
Primero que nada, los versículos 49 al 50 nos dicen claramente
que no es válida la “exclusividad” que alega la Iglesia Católico Romana
en su papel para la Salvación de la Humanidad. Es decir, dicha
exclusividad es una mentira fabricada para controlar (igual que fue una
mentira la Donación de Constantino
(10) – lo
cual tuvieron que admitir a mediados del siglo XV).
Sin embargo, eso no es nada comparado con lo que nos dice la segunda
parte de los citados pasajes.
Cuando los impetuosos apóstoles querían enviar fuego del cielo y
destruir a los samaritanos, Jesús no solo los reprendió sino que además
identificó el espíritu que en ellos causaba tales deseos de destrucción:
55 Pero Jesús, vuelto a ellos, los
reprendió diciendo: No sabéis a qué espíritu pertenecéis.
Para asegurarse de que no hubiese ninguna duda sobre el mal espíritu
que Él estaba identificando, concluyó diciendo:
56 El Hijo del hombre no ha venido
para perder a los hombres, sino para salvarlos. Y con esto se fueron a
otra aldea.
Ahora preguntamos al lector: ¿Qué métodos ha empleado la Jerarquía
Eclesiástica Católico Romana desde que se unió al Imperio de
Constantino (11) en el siglo IV?
Contra sus oponentes, la Jerarquía Eclesiástica Católico Romana ha
empleado métodos que son tan destructivos y dolorosos como si fuese
enviar fuego del cielo. Esa es la retribución que ha recibido todo
aquél que se ha convertido en una amenaza contra el espíritu que ha
reinado por entero durante tanto tiempo dentro de la Jerarquía
Eclesiástica Romana.
PARTE 2
Indudablemente, las citas mencionadas pillarán a muchos de los
fieles por sorpresa. A muchos incluso les costará esfuerzo recordar
siquiera haberlo escuchado. Lo cual no nos sorprende porque en la
mayoría de las versiones modernas de la Biblia las siguientes palabras
han sido eliminadas:
“ ... diciendo: No sabéis a qué
espíritu pertenecéis. El Hijo del hombre no ha venido para perder a los
hombres, sino para salvarlos.”
Por lo tanto, lo que muchas biblias católicas leen hoy es:
51 Y cuando estaba para cumplirse
el tiempo en que Jesús había de salir del mundo, se puso en camino,
mostrando un semblante decidido para ir a Jerusalén a consumar su
sacrificio. 52 Y despachó a algunos delante de Sí para anunciar su
venida: los cuales, habiendo partido, entraron en una ciudad de
samaritanos a prepararle hospedaje. 53 Mas no quisieron recibirle,
porque daba a conocer que iba a Jerusalén. 54 Viendo esto sus
discípulos Santiago y Juan, dijeron: ¿Quieres que mandemos que llueva
fuego del cielo y los devore? 55 Pero Jesús, vuelto a ellos, los
reprendió. 56 Y con esto se fueron a otra aldea.
Muy ingenioso, ¿verdad? Aparte de la mencionada Biblia de Petisco -
Torres Amat en Castellano y la Douay-Rheims y la King
James en Inglés (y las que derivan de éstas), en la mayoría de las
otras versiones de la Biblia (12), incluyendo la
Neovulgata (13) oficialmente aprobada por
el Vaticano, dejan esas importantes palabras de Jesús como una nota al
pie o las omiten sin más. (7)
Allí donde hay discrepancias o dudas sobre ciertos versículos bíblicos
o sobre su posición relativa en la Biblia, utilizan amplias notas al
pie para explicar el razonamiento que justifica las dudas o los
cambios. Sin embargo, este descarado caso de eliminación está sumergido
en un torrente de silencio.
Tal como Él prometió: “lo que hayáis dicho en las tinieblas, será
oído en plena luz; y lo que hayáis dicho al oído en los sótanos, será
pregonado sobre los techos” [Lucas 12:3], y
aquí miguel de Portugal está “pregonando sobre los techos” para que
todos sepan la Verdad – ¡la Verdad que os hará libres!
Es su propia Biblia —la muy laureada Biblia oficial de la Iglesia
Católico Romana— la que se ha convertido en la simbólica estaca clavada
en el corrupto corazón de la Jerarquía Eclesiástica Católico Romana. (3)
CONCLUSIÓN
La Jerarquía Eclesiástica Católico Romana tiene una larga y
repulsiva lista de crímenes de los que dar cuenta. Algunos de ellos —y
esto es solo la punta del
iceberg— incluyen:
- cruzadas para hacer pillaje y
masacrar a los católicos de Constantinopla
- “santas” Inquisiciones en las que a los herejes (por ejemplo, los
cátaros) se les da caza y son quemados en la hoguera como si fuera un
juego salvaje
- apoyar a abusivas monarquías absolutas por toda Europa
- llevar a cabo “limpiezas étnicas” en España para expulsar a los
musulmanes y a los judíos
- respaldar regímenes fascistas tales como el de Franco en España,
Salazar en Portugal, Pinochet en Chile, etc.
El veredicto de la historia debería estar claro. Si la Jerarquía
Eclesiástica Católico Romana fuese arrastrada a La Haya y juzgada por
la multitud de pecados que ha cometido (la Jerarquía Eclesiástica y sus
“infalibles” (14) “padres”) contra la humanidad,
sería unánimemente condenada – igual que Jesús condenó tales actos en
Lucas 9:49-56.
Por supuesto, nadie se atreverá a arrastrar a la Jerarquía de la
Iglesia ante la Corte Mundial. La mayoría de la gente ha sufrido un
lavado de cerebro para ser sumiso. Por ese motivo será Dios Mismo Quien
permitirá sobre la Jerarquía Eclesiástica un descalabro tan grande que
hará que la persecución de “la Iglesia” sufrida durante la Revolución
Francesa (15), las subsiguientes revoluciones en
Europa y los revoluciones comunistas después de la Revolución
Bolchevique parecerán un paseo de domingo en un día de primavera.
EPÍLOGO
Es posible que todavía resuene una pregunta incluso en la mente de
quienes tienen ojos para oír y entender lo que ha sido expuesto aquí.
La pregunta es:
¿Cómo es posible que los
principios básicos de la Iglesia Católica sean tan elevados (2)
y, sin embargo, las palabras y hechos de la Jerarquía Eclesiástica
Católico Romana son tan justamente condenados?
La respuesta, en forma de parábola, es bastante simple.
La peor prostituta puede dar a luz a un hijo santo porque el alma del
niño la provee Dios. El niño entra en el mundo en un estado puro, con
una sola mancha – la del pecado original.
De la misma manera, dado que incluso satanás tiene que servir a Dios,
sucede que la gran prostituta, que se sienta sobre muchas aguas, con
quien los reyes de la tierra han cometido fornicación; Babilonia la
grande, la madre de las fornicaciones y de las abominaciones de la
tierra [Apoc. 17:1-5], dio a luz a la pura y
cristalina Fe Católica (2), una Fe sin mancha de
esas fornicaciones.
NOTAS
(1) Con notables
excepciones
(12) Consultadas en
Inglés y en Castellano
In English: Jesus
Himself Judges the Controlling Vatican Hierarchy
Publicado el 13 de Julio de 2007 - María, Rosa Mística
Traducido al Castellano el 20 de Marzo de 2018
© Copyright 2007 - 2022 por The
M+G+R Foundation.
Todos los derechos reservados. Sin embargo, este documento puede ser
reproducido y distribuido libremente siempre que: (1) Se dé
crédito apropiado en cuanto a su fuente; (2) No se realice
ningún cambio en el texto sin consentimiento previo por escrito;
(y 3) No se cobre ningún precio por ello.
The M+G+R
Foundation